La historia resulta confusa desde el comienzo. Controlarás a Ryu Hayabusa, quién se introduce en una dimensión demoníaca para luchar contra un culto que desea destruir el mundo. El principal problema de la trama argumental es que si bien resulta sencilla de entender al comienzo, luego de varias horas te encontrarás perdido y no sabrás contra quién estás combatiendo.

El juego nos presenta una cámara en tercera persona que funciona correctamente. La forma de moverse de Ryu es algo regular y poco realista por momentos. De modo contrario, la cantidad de movimientos que puede realizar es un punto positivo. Hay muchos y son todos dinámicos y sangrientos. Podremos usar 3 tipos de armas con sus respectivos combos y realizar otras maniobras de un ninja.
El problema de la jugabilidad llega desde el minuto inicial: es MUY repetitiva,es  siempre lo mismo, matar y matar a hordas interminables de enemigos. Además, el nivel de dificultad es muy fácil, nunca fue así en un Ninja Gaiden. Una decepción.
Hay varios modos de competición multiplayer cooperativa y competitiva, el problema es que resultan repetitivos al cabo de un rato.
Al matar a una cierta   cantidad de enemigos, se completará una barra que nos permitirá crear una técnica que invoca a un dragón de fuego y elimina a todos los que allí se encuentren.